Espero que su estancia en este poema soñado sea duradero, que vivan las experiencias de sus sueños y que se sientan identificados con las fantasías que mis letras reflejan. Muchísimas gracias por darme su apoyo.

domingo, 12 de abril de 2015

Poeta enamorado.

Cada mañana al despertar
Suenan los cantos de un ayer
Pasión esclavizante que deja un café
El aroma penetrante de lo que fue una vez.

Cada tarde miro al techo,
La gente grita pero no escucho,
Mis oídos parecen muertos,
Y ella se ha perdido.

Cada noche tengo miedo a soñar,
Recordar aquella mariposa de arrullo,
Recordar aquél momento suyo,
Es suyo porque me lo arrebató,
Ladrona de recuerdos devuélveme lo mío,
Me siento perdido, vacío,
Sin embargo te sigo queriendo,
Sin embargo te sigo buscando.

Cada día es más oscuro,
El sueño ahora vuela libre,
Me lo arrebataste,
Ladrona estoy triste.
Acostado en mi cama,
Gritando en el vacío,
Llorando sin gravedad,
Suspirando sin oxígeno.

Por cada minuto que pasa,
Mi alma muere,
Por cada segundo,
Mi corazón espera...

martes, 26 de noviembre de 2013

Gritos de mi tierra.

Oh madre quiero que me protejas de este bosque sombrío,
No te veo pero te siento,
Recuérdame madre, soy tu hijo,
Soy el único que te da su aliento.

Madre mía tengo miedo,
Miedo a las diferencias de los vivos conmigo.
Verdades subjetivas, experiencias individuales.
Sólo yo conozco la verdad, viviendo en una falacia.

Tengo miedo madre, por eso huí.
Huí de mi tierra por miedo a perder la flor,
Así como el Principito, daría mi vida por ella.
Madre mía ayúdame a protegerla,
Aleja toda oscuridad de ella.

Es lamentable, tengo miedo a perderla,
Empieza a marchitarse, sabe que le espera.
Me parece inaudito que una orquídea muera,
Una flor tan bella y tan pura,
Que cualquiera moriría por ella.

Por eso madre, no comprendo al río,
El que alguna vez dejó que floreciera ese amor mío.
Nunca pensé que mi tierra estaría así.
Siempre creí conocer a una Venezuela como la de Parra,
O bien una del buen Andrés, poetas de marca.

Describen a mi tierra con tales alabanzas,
Que mi alma se siente triste,
Triste que sólo sean páginas de un libro,
Triste que se trate de vidas pasadas.

Lloro, lloro por miedo mi amada,
Lloro porque ya no encuentro calma,
Ya no se cuanto tiempo me queda,
Si es que tiempo me sobrara,
No perderé a mi amada, no...

¡No! ¡Ya estoy cansado!
¡Estoy cansado de vivir esta mentira!
¡Estoy cansado de vivir falsas alegrías!

Madre mía tal vez me vaya, pero volveré.
Volveré para hacerle cara al río,
El ciego no sabe lo que hace,
El ciego no sabe que se ha metido conmigo.

Y se que muchos vendrán conmigo,
Por las noches sólo oigo los gemidos,
de Venezolanos que cansados estamos ¡Sí!

Así pues, rió prepárate,
Mi corazón está llameante,
Es una sed de justicia que siente mi paladar,
Es una sed de venganza que debo saciar.

No estoy ciego como tú,
Simplemente quiero ver vivir a mi flor,
Simplemente quiero rejuvenecer mi amor.

Ya me cansé de esperar por ti, río.
Al parecer tapados tienes los oídos,
Ya basta de clamar a mi madre,
Ya basta de llorar por las tardes.

Quiero que me devuelvas a mi tierra,
Quiero que me devuelvas a mi madre,
Y sin embargo no ves cuales son las verdades.

Río de cauce perdido, ya dejaste de ser mi amigo leal.
Enojo, rabia, tal vez odio, pero bien en altos están.
Sólo soy un poeta que muestra sus sentimientos más exacerbados,
Sólo soy un poeta que muestra estos sentimientos hallados.

Has matado, has muerto.
Tu alma indaga en pena,
Esperando tu condena.
Sabes bien que te espera,
Por eso haces oídos sordos,
Y caso omiso a lo que imperas.

Pues te digo, río que alguna vez fuiste mi amigo,
Llegarás al final del camino,
Nuevas aguas aguas vendrán,
Nuevas aguas se empozarán,

Harán una laguna, la que nunca hiciste.
Dejarán que la luna vista a los cisnes,
De nuevo veré a mi flor,
Gozando con fervor.
De nuevo veré a mi flor,
Amándome sin condición.

Madre que tú lo sabes todo.
Ya sabes la razón por la que te imploro.
Me has permitido ser tu hijo,
Y por mi lealtad yo te exijo,
Protégeme de las sombras,
Protégeme de los males,
Pues no sé a dónde me llevarán esos caudales.

Debo enfrentarlo, es mi prueba de fe.
Debo enfrentarlo para cortar ese curso de odio.
Debo enfrentarlo, si quiero ver un nuevo amanecer.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Madre muerta.

Torrente furioso de un cauce sombrío,
Ya no intento controlarte,
Me arrastras contigo.


Tristeza, pura impotencia.
Las rosas ya se han marchitado,
Y jamás te percataste de su belleza,
Destruiste tu tierra, la que una vez te dio vida,
Destruiste a tu tierra, a tú madre querida.


Dices entonces que eres ejemplo,
Dices entonces que vas por el buen camino,
Pero ciego estas pobre río ignorante,
Los sollozos que arrastran tu estela confirman mis acusaciones.


Despierta entonces río viejo amigo,
Porque entonces todos nos iremos,
Al fondo del mar contigo.


Crece río, convierte en laguna,
Deja que la vida de nuevo surja,
Crece río amigo mío,
Y podrás ver la belleza de esa rosa perdida.


Viejo amigo, estoy triste.
No sigues mi consejo, despiste.
Ignoras a tu conciencia como si tuvieras la razón.
Pero más allá del odio, recibirás una buena lección.


No son amenazas que emanan de mis labios,
Es sólo el cantar de miles de venezolanos,
Sufrir, mientras amas.
Llorar, mientras bailas.
Sentimientos disfrazados, preocupación hallada.


No comprendes entonces a dónde quiero llegar,
No sabes el porque clamo,
No sabes el porque suspiro,
Mi patria muere, y morimos con ella.
Mi patria muere, dulce madre.
Perdida está en las tinieblas,
Perdida está en tus caudales.


Como pétalos al viento, lágrimas vuelan,
Como cantos en el aire, Venezuela muere.
Repetimos cantos de nuestros ancestros por ignorancia,
La historia se repite, lastima.


Mi madre muere, querido hermano,
Por tus imprudencias y malcriadeces,
Ese retoño que alguna vez floreció,
Se marchita, llora, muere.


Es triste la idea de dejarse llevar por el viento,
Con miedo a morir por depresión,
Depresión por ver morir a mi madre,
Depresión por ver morir a mis anhelos.


¡Despierta ya! Río furioso,
En tus caudales sólo corre el odio,
Corren mentiras, corren sollozos,
Pero jamás correrán las buenas voluntades.


¡Despierta ya! Viejo amigo,
Nos llevarás al fondo contigo,
Ya es tiempo que apartes el odio,
Ya es tiempo que crezcas conmigo.


No son suficientes las canciones,
No son suficientes los poemas,
No son suficientes las pinturas,
No son suficientes las obras.


Y digo que no son suficientes,
Porque sigues ciego, sordo y delirante,
No son suficientes,
Porque tu odio no te deja ni un instante.


¡Oh divina blanca!
Tú que contemplas todo,
Y conoces todo,
Ahora más que nunca necesitamos consejo.

Tú que me cuidaste bajo tu seno,
Ahora más que nunca
Necesitamos de tu ayuda,
Los gritos esparcidos por el viento,
Hace que el mismo aire sienta pena de nosotros,

Madre mía tú que lo sabes todo,
Ilumínanos, cuídanos,
No nos olvides, no los olvides,
Yo como tú hijo te lo imploro,
Madre mía, luna querida,

Que se haga tu buena voluntad sobre mi tierra.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Canto a la luna

Desolada mi alma encontraste,
Luna que me cogiste en tu seno,
Tú que me hiciste tu hijo,
Hijo de la luna,
Hijo de la noche,
Enviaste a tus plebes,
Para que cuidasen el alma mía,
Enviaste a tus plebes,
Para que viviera en Armonía.

Pensaba, luna, que me habías abandonado,
Me sentía desolado, desorientado,
Bastaba entonces que tu pureza me consolara,
Bastaba entonces que tu pureza me aconsejara.

Cara blanca que inspiras regocijo,
Te observo de nuevo, yo tu hijo,
Te pido por favor que ilumines mi camino,
Que las hadas y los duendes,
Despierten de sus flores,
Me acompañen en mi viaje,
Y las estrellas se hagan con mi traje,
Y así entonces no tendré temores.
Y llegaré a mi soñado paraje.

También quisiera pedirte que me permitas amar,
que me permitas valorar el cantar,
belleza que se transmiten en el susurro del viento,
belleza que se transmite en un rimar.

Quisiera poder amar a esa flor,
Luna que tu lo sabes todo,
Sabes cuanto la amo,
Sabes cuando la anhelo,
Sabes cuanto la extraño.

Me despido entonces, madre mía,
Te seré fiel hasta el día de mi muerte,
Te seré fiel hasta el últimos de días,
Será entonces cuando me reúna de nuevo contigo,
Será entonces cuando lleve a mi flor conmigo.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Cae el pétalo de una rosa.

Cae el pétalo de una rosa,
lento y delirante,
doloroso y con miedo,
con miedo de dañar a la rosa que ama.

Cae el pétalo de una rosa
cuando te veo llorar por las noches,
suplicando por un beso,
suplicando por un rose.

Cae el pétalo de una rosa
y las lunas pasan como segundos de una vida
un sollozo inesperado de una cínica flor
el pétalo que una vez emanaba vida
no encuentra fuerzas para vivir el dolor.

Cae el pétalo de una rosa
y ahora la rosa se muestra delirante,
sus pigmentos carmesí empiezan a marchitarse,
y pronto la rosa deprimida cae inerte.

Cae el pétalo de una rosa,
y la rosa misma cayó a sus pies,
ella no imaginaba cuanto dolor le causaría
hasta que hubiera muerto el humilde pétalo.